· Impulsan Agricultores, empresarios, especialistas e instituciones Programa de Agricultura Rentable y Sustentable.
· La propuesta abarca Sonora, Sinaloa, Baja California Sur y Baja California
· Créditos, palanca poderosa para la innovación tecnológica orientada al manejo sustentable de recursos naturales y beneficios ambientales.
Ante los efectos del cambio climático y la necesidad urgente de recuperar los suelos degradados severamente en la región noroeste de México, principalmente por el uso indiscriminado de agroquímicos, agricultores, empresarios, expertos y representantes de la Financiera Nacional de Desarrollo (FND) analizan esquemas de financiamiento, para impulsar el Programa de agricultura rentable y sustentable.
El director de Biofábrica Siglo XXI, Marcel Morales Ibarra, explicó que la premisa del programa es que la actividad agrícola sea sustentable desde el punto de vista económico, ambiental y de la salud humana, para lo cual planteó que los créditos deberán estar condicionados precisamente a un manejo sustentable y otorgar, por ejemplo, descuentos en tasa de interés a quien cumpla y logre avances en la evaluación de ciertos indicadores que muestren un mejor uso y cuidado de los recursos naturales y del medio ambiente, que permita en el corto y mediano plazo, la recuperación de la fertilidad delos suelos agrícolas.
El experto –quien impulsa desarrollos biotecnológicos para la agricultura desde hace más de 15 años– enfatizó que ante la emergencia que enfrentan grandes extensiones de suelos agrícolas en la región noroeste de México, dado su alto grado de degradación, se requiere impulsar el Programa de agricultura rentable y sustentable en los estados de Sonora, Sinaloa, Baja California Sur y Baja California norte, donde participen además de instituciones federales como la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y la Comisión Nacional de Zonas Áridas (Conaza), los gobierno estatales y municipales.
Recordó que en México, a principios de los setenta, cuando se introducen los fertilizantes en forma masiva la eficiencia de los suelos para aprovecharlos era del 90%; hoy el promedio nacional es del 20%. Es decir, se desperdicia 80% del insumo más caro de la producción agrícola y esto resulta altamente contaminante del suelo, agua y atmósfera.
En este sentido, precisó que por cada kilo de Nitrógeno aplicado se emiten a la atmósfera 12 kilos de Bióxido de Carbono (CO2); pero lo más alarmante es que los fertilizantes nitrogenados son responsables del Óxido Nitroso, gas de efecto invernadero 400 veces más potente que CO2.
Por ello, Marcel Morales enfatizó que en el programa mencionado la prioridad en un horizonte de tres años es trabajar en la conservación y regeneración de los suelos –esto para mejorar sus condiciones físicas y químicas–, propiciar la captura del CO2 en éstos y hacer un uso más eficiente del recurso agua. Esto mediante el uso de bioinsumos –biofertilizantes, biopesticidas, fertilizantes bioencapsulados y compostas enriquecidas– que permiten a los cultivos retener más materia orgánica, humedad y regenerar la vida micriobiótica en el suelo. Todo ello, disminuyendo el uso de fertilizantes.
De acuerdo con análisis de Biofábrica Siglo XXI, una de las metas concretas y posibles del programa es disminuir entre 30% y 50% el uso del fertilizante químico, con énfasis en la eliminación del Amoniaco anhidro, altamente devastador de los recursos naturales.
Lo anterior permitirá incrementar rendimientos, disminuir costos de producción y las emisiones de gases de efecto invernadero que se producen al fabricar, transportar y utilizar este insumo y evitar el impacto negativo de estos productos en el medio ambiente y en los suelos agrícolas.
Por ejemplo, con microorganismos benéficos (Azospirillum brasiliense, glomus intraradice, Rhizobium etli) se ha logrado incrementar el rendimiento entre 15 y 30% y mejorar la calidad y la sanidad de los cultivos, además tiene un gran potencial para aumentar el secuestro de carbono atmosférico en el suelo, lo que significa una medida altamente efectiva contra el cambio climático. Igual existen bioinseciticidas y biofungicidas altamente efectivos para combatir plagas y enfermedades a menor costo y sin impacto negativo en el medio ambiente.
Otro insumo sustentable es el uso de materia orgánica y mejoradores del suelo, que permiten recuperar la fertilidad y las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo. Además, existen una gran cantidad de fuentes de materia orgánica generadas por la industria agroalimentaria, que pueden ser aprovechadas.
El programa destaca que aunque la productividad está ligada a la rentabilidad, existen otros factores que igual la favorecen, como la calidad de los cultivos, que pueden tener un mejor precio en el mercado o pueden acceder a mercados de exportación; dar valor agregado como orgánicos o sustentables, ya que obtienen un plus en el mercado; dar mayor vida de anaquel, que se logra con el uso de la tecnologías que retrasan la maduración de los frutos en etapa post-cosecha.
Todo lo anterior –de acuerdo con la propuesta– deberá estar ligado a mejoras prácticas de cultivo, acompañadas de investigación aplicada, capacitación, asistencia técnica y transferencia de tecnología. Además se deberá hacer una evaluación de avances en las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo; costos de producción; uso eficiente del agua; incrementos en rendimientos, rentabilidad, calidad del cultivo y sanidad del cultivo.