En un esfuerzo por impulsar el desarrollo urbano sustentable y reducir la huella ambiental de las ciudades, los diputados, Jesús Elizondo y Grecia Benavides, presentaron una iniciativa de reforma a la Ley de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano del Estado de Nuevo León, que establece la instalación obligatoria de paneles solares en estacionamientos que cuenten con más de 80 cajones.
El legislador detalló que esta propuesta busca aprovechar el alto potencial solar del estado, el cual alcanza una irradiación promedio superior a los 5.5 kWh/m² al día, según datos de la Secretaría de Energía, lo que posiciona a Nuevo León como una de las entidades con mayor viabilidad para generar energía limpia.
“Estamos convencidos de que la sustentabilidad no debe ser una opción, sino una obligación. Esta iniciativa impulsa la generación distribuida de energía y al mismo tiempo ofrece beneficios ambientales y económicos tanto para empresas como para ciudadanos”, señaló Elizondo Salazar.
La propuesta establece que toda nueva construcción de estacionamientos, así como aquellos que sufran modificaciones mayores y superen los 80 cajones, deberán cubrir al menos el 50% del área de estacionamiento con sistemas de generación fotovoltaica, como pérgolas solares o techumbres con paneles.
La iniciativa se alinea con estándares internacionales como los adoptados en Francia, España y California (EE.UU.), así como con normativas locales similares implementadas en estados como Baja California, Sonora y Ciudad de México, donde ya se han introducido requisitos similares para estacionamientos de grandes superficies.
Además, se contempla que los municipios ajusten sus reglamentos de construcción para hacer efectiva esta disposición en un plazo no mayor a 120 días, con el acompañamiento de la Secretaría de Medio Ambiente y otras autoridades competentes.
Los legisladores mencionaron que esta propuesta será acompañada de un paquete de incentivos fiscales y técnicos para facilitar su implementación en sectores comerciales, industriales y de servicios.
Finalmente, reafirmaron su compromiso con un modelo de urbanismo moderno, resiliente y compatible con la lucha contra el cambio climático.
“Queremos un Nuevo León con visión de futuro, donde el desarrollo urbano sea sinónimo de innovación y sostenibilidad”, concluyeron.