Trabajadores contratados por la compañía, revistieron de concreto toda el área afectada por el paso del tiempo, el uso y los golpes que ha recibido el puente cuando transitan camiones tan altos o más, que el gálibo de dicho paso peatonal.
Protección Civil de Monterrey determinó en la zona que la estructura no representaba riesgo para la comunidad, por lo que la reparación consistió en un zarpeo completo, para evitar su desmoronamiento, en especial cuando el concreto se reblandece a causa de precipitaciones pluviales.